El tiempo, ¿amigo o enemigo?. En el post de hoy quiero dedicar unos minutos, al iniciar la semana, a revisar como gestiono mi tiempo. Esos 1.440 minutos de crédito inicial que tengo en un día, esos 7.200 que tengo en una semana laboral, esos 30.240 minutos (contando 21 días laborables) que tengo en un mes.…. Caray… inicialmente parecen muchos. Y, ¿Qué hacemos con ese tiempo? ¿Cómo lo gestionamos? ¿Qué sensaciones tenéis al acabar el día? ¿Y la semana? ¿Habéis tenido tiempo de acabar de forma correcta todo lo que os habíais propuesto para este día/semana?
Es increíble…. 1.440 minutos y seguramente tenemos la sensación de tener cosas pendientes todavía….
Entonces, ¿Cuál es el problema? ¿Cómo puede ser que no tengamos tiempo para hacer todas las tareas que nos hemos puesto?
Bien, eso solo lo sabremos fijándonos en que hacemos durante un día, una semana cualquiera: Dedícale un tiempo a ver qué haces en un día, en una semana, anótalo… en la agenda directamente, sin grandes explicaciones. Lo ideal sería una semana, porque es un tiempo suficiente para tener una idea muy real de a que dedicamos nuestro tiempo.
Con esto lo que estamos es realizando un inventario con más o menos detalle del tiempo que dedicamos a las tareas que realizamos en el periodo analizado. Ahora vamos a asignar a cada tarea cuál es su importancia e urgencia. Esta clasificación hemos de realizarla en función de la contribución de cada tarea al cumplimiento de nuestra visión y de nuestras metas.
Ejemplo de tabla:
Ahora, comprueba si las acciones que has realizado te han ayudado a dirigirte al cumplimiento de tus objetivos.
Lo que también puede pasar es que, de forma no consciente, no hayamos diseñado o concretado cuáles son esos objetivos, o ese objetivo, para el día o para la semana.
Por tanto, básico: Se proactivo y planifícate la semana (el domingo por la noche o el lunes por la mañana). Dedica una hora, el tiempo que creas necesario en esa planificación. Y no olvides ir comprobando o revisando que las tareas o trabajos que realizas te llevan al cumplimiento de tu visión de futuro, que te dirigen a tu misión de vida, a lo que quieres hacer y en donde quieres estar. Debes establecer los objetivos semanales asignando tiempos razonables para su realización. Cada día revisa tu lista, al inicio. Comprobarás que no te lleva mucho tiempo, pero en cambio te ayuda muchísimo a dirigirte con efectividad a tu meta, a focalizarte mejor.
Es la mejor manera de ser tu quien dirige tu tiempo.