Los grandes cambios sociales, sobre todo los provocados por la disponibilidad de la información, afectan a como las empresas han de crear nuevas soluciones para enfrentarse a los mercados. En este marco de cambio estructural, aparece el concepto de inteligencia colaborativa. O lo que es lo mismo, la inteligencia de grupo que surge de la colaboración y que se muestra claramente en la toma de decisiones por consenso.
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La inteligencia colaborativa surge en parte de la necesidad de implementar nuevas estructuras empresariales para reemplazar a las antiguas.
El modelo jefe-empleado que se lleva utilizando desde la revolución industrial, no funciona. Es decir, la creatividad no fluye adecuadamente cuando una sola persona toma las decisiones estructurales, creativas, de gestión, etc.
Frente a este modelo, la inteligencia colaborativa propone:
- Compartir conocimientos: La información sólo es útil cuando se analiza en profundidad. A diferencia antaño, al compartirla se incrementa su valor.
- Construir confianza: los equipos de trabajo cohesionados y capaces de operar en conjunto, dan valor a las compañías. Es en ellos donde surgen las mejores ideas y donde se plantan las semillas del crecimiento empresarial.
- Promover las dinámicas de equipo apropiadas: el encargado o jefe de cada equipo es el[/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]
responsable de conseguir que este opere de manera óptima.
- Establecer los programas de mentoring adecuados: los beneficios de compartir información van más allá de la propia empresa.
- Sinergias empresariales: la creación de diferentes sinergias permite lograr un crecimiento conjunto que de manera individual sería imposible.
- Amplitud de miras: las ideas están ahí. Sólo hay que mantener la mente abierta y ser lo suficientemente flexible como para adaptarse al cambio.
- Utilizar los canales adecuados de comunicación: las herramientas tecnológicas bien utilizadas, pueden ayudar al crecimiento empresarial, aunque hay que saber cual utilizar en cada caso.
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Conclusión sobre la definición de inteligencia colaborativa
Así, la inteligencia colaborativa promueve el desarrollo empresarial de una forma que las estructuras de trabajo tradicionales no son capaces.
Para ello se pueden utilizar diferentes métodos de comunicación como los espacios compartidos, hasta las nuevas herramientas 2.0.
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